No es ninguna leyenda urbana que el deporte o actividad física active la vida de quien lo lleve a la práctica. Tampoco es un capricho de los gimnasios en septiembre, ofreciendo ofertas que pocos pueden rechazar. Y mucho menos, una moda o tendencia para vender más ropa deportiva, zapatillas última tecnología de agarre y movilidad o batidos verdes con sus consabidas barritas proteicas. El deporte desde que es deporte no solo ha sido bueno para el ser humano sino que permitido que este alargue su vida más allá de los límites más sedentarios. Y ahora, para más inri, hay un estudio que así lo acredita.

Reducir el riesgo de enfermedades del corazón, ayudar a aliviar el estrés o la depresión, mejorar el sueño, aumentar la energía, acelerar el metabolismo, mantener las articulaciones a pleno rendimiento e incrementar la resistencia son algunos de los efectos secundarios que puede llegar a tener el deporte continuado sobre nuestro organismo. Si además, planteamos el ejercicio físico no como una herramienta para vernos más delgados y sí, para ayudarnos a equilibrar cuerpo y alma hasta que la mecha aguante pues entonces habremos encontrado la mejor fuente de la juventud de la que nos hubieran podido hablar. Nada de químicos, nada de tratamientos de choque o de grooming letal, solo tú y tu cuerpo… y no dejarlo.

Y es que precisamente ese punto (el de hacer deporte de manera continuada) es lo que ha servido a la publicación médica BMJ Open para llevar a cabo un estudio con el que ha llegado a la conclusión de que todos aquellos que han participado durante toda su vida en actividades deportivas o en cualquier tipo de tarea recreativa/doméstica que implique movimiento continuo podrían llegar a tener tres veces más de posibilidades de permanecer activos al final de sus días que aquellos que han llevado periodos más sedentarios.

Una rotunda afirmación realizada al estudiar el comportamiento de ambos grupos durante dos décadas, desde los 40 a la época de jubilación, y con la que se vuelve a demostrar, pero esta vez de manera comprobada, que el deporte reactiva hasta en la vejez.

Ahora entenderemos, cómo es posible que en los últimos años, esta conciencia deportiva haya permitido un aumento del 4,9% en las enseñanzas vinculadas al deporte, del 3,1% en viajes realizados para practicar una actividad física determinada o de deportes específicos como la gimnasia, el running, el ciclismo, la natación, la musculación o el fútbol que han logrado un incremento del 19,2%, 10,6%, 10,4%, 8,5%, 8,3% o 12% respectivamente que han convertido en suma y sigue a esta tendencia al deporte que no es tendencia sino estilo de vida, imparable motor hacia una senectud de lo más dinámica y enérgica.

¿Necesitas motivación? Consejo: no te quedes repanchingado en el sillón. Encuentra tu deporte, solo o acompañado, y a ganar años a tu marcador vital.